Se cree que los musulmanes introducen el Shatranj en Europa a través de las Penínsulas Italiana e Ibérica. Los textos que se conservan de los primeros tiempos de la introducción del Shatranj en Europa se pueden dividir en 4 grupos:
- Literatura didáctica.
- Ajedrez Moralizante.
- Referencias literarias
- Manuscritos con juegos de partido
Literatura didáctica
Una serie de obras, casi todas en verso y de carácter didáctico, abordan los nombres de las piezas, sus movimientos y algunas otras características que nos enseñan la concepción del Juego que se tenía en esta época, siempre sometida a las diferentes reglas de cada zona.
Una de las referencias mas antiguas del ajedrez en Europa, según algunos historiadores la primera, se encuentra en el conocido como Poema de Einsiedeln, la Abadía Benedictina Suiza donde se conserva. Una Abadía fundada en el 934, con una biblioteca donde se encuentran 1200 Manuscritos, más de 1000 incunables y 230.000 libros. La Abadía conserva también uno de los documentos más antiguos de la música occidental.
El poema consta de 98 líneas, ocupa las dos caras de un folio y se cree fue escrito a finales del siglo X. Las piezas son nombradas como Rex, Regina (feminización del Firzán), Rochus, Curvus, aeques y pedes. Se comenta que el tablero debe ser de dos colores, así como la prohibición de coronar mientras está la Regina en el tablero.
Otros textos de este grupo, que nos aportan distintos nombres a las piezas y otros datos sobre el juegos son los conocidos como Poema de Winchester (1150), de Deventer (s. XIII), del Corpus Christie (XV), el de Cracovia (1422) o el de Abraham b. Ezra (s. XII).
Otro texto, en prosa, muy importante es el capítulo De scaccis del “Naturis rerum” (1180) de Alexander Neckam. Llama la atención sobre la “inexplicable” conversión de un peón en una Regina, con el consiguiente cambio de sexo. Algunos textos intentan salvar esta contradicción asignándole otro nombre al peón coronado.
El Ajedrez Moralizante
El “Liber de moribus hominum et officiis nobilium” de Jacobus de Cessolis es el exponente mayor de este grupo, hasta el punto de que se pueden encontrar unas 300 copias, traducciones o interpretaciones desde su publicación en el siglo XIII hasta el XVI. Acorde con la literatura medieval, el ajedrez, sus piezas y movimientos se utilizan como alegoría de la vida humana y sus actividades.
El autor Jacobus de Cessolis, se presenta: “Ego frater Jacobus de Cessolis ordinis predicatorum multorum fratrum ordinis nostri”. El texto se divide en cuatro partes y se encuentra plagado de citas y e historias de los clásicos latinos. Las piezas de ajedrez adoptan las más variadas interpretaciones. El Rey y la Regina, continúan en la cúspide de su poder. Los Caballeros (Miles, Caballos) también son tratados como tales. Los Alfiles se convierten en jueces y las Torres (roccus) son los representantes del Rey. Los peones representan los diferentes oficios del pueblo.
Los peones representan los diferentes oficios del pueblo. El peón de torre de rey, se presenta como Agricultor, el de caballo de rey como Carpintero, seguido de Sastre y Escribanos representado por el peón de Alfil. Delante del rey se sitúa el Comerciante y de la reina el Médico o Boticario. El Tabernero y el Guarda, están representados por el el peón de Alfil y Caballo de reina. Y por último, los ganapanes, jugadores y tahúres, delante de la torre.
Literatura Medieval
El Ajedrez se presenta en multitud de ocasiones como soporte de múltiples historias en la literatura medieval.
En las crónicas de Carlomagno, Romances del ciclo Artúrico, Tristán e Isolda, Huon de Burdeos (c. 1200), etc. podemos encontrar numerosas referencias al juego.
En Floire et Blanchefleur (s. XII), aquel debe rescatar a Blanchefleur, cautiva de los sarracenos, y lo consigue apelando a la codicia del carcelero, aficionado al ajedrez y al dinero, al que induce a apostar con la intención, conseguida, de dejarse vencer y acceder a la prisión.
Se suceden disputas en torno al juego como en el romance de Foulques Fitzwarin (c. 1235), cuando Juan de Inglaterra golpea con un tablero a Foulque y este le derriba como respuesta. Un odio debido a una partida de ajedrez que no remitirá.
También el amor, su comparación con el juego de ajedrez, tiene su sitio en la literatura medieval. Los trovadores, adornan sus historias, con incidentes alrededor del juego. Las Damas invitan a los Caballeros a sus aposentos para jugar al ajedrez.
Sobre esta riquísima literatura sobre el juego, se puede consultar la web del Centro Virtual Cervantes, Rinconete con artículos de Fernando Gómez Redondo.
Juegos de partido
En este grupo podemos encontrar diversos manuscritos, con juegos departidos, como los define Alfonso X, problemas de finales de partida, los mansubat musulmanes, algunos de ellos inspiradores de los nuevos juegos europeos.
El Sha, rex, adopta su nombre en latín en principio para adaptarse a los distintos idiomas. El Firzan musulman, como vimos, trasmuta a Regina, entre otros nombres. El rukhkh, rocus, se convierte en nuestra Torre. El Faras, Miles, sigue siendo Caballo o Caballero. El Alfil, Alphinus, seguramente es la pieza que adopta mas nombres. De Elefante, fil, pasa a ser Obispo, corredor, bufón… El peón y las demás piezas adoptan los mismos movimientos y formas de captura que en el Shatranj.
El más bello de esos manuscritos es el “Libro del Acedrex, dados y tavlas” mandado facer por el Rey Alfonso X el Sabio y que fue terminando en 1283 en Sevilla. Contiene 103 juegos departido, la mayoría de ellos de procedencia musulmana, y todos acompañados de bellas miniaturas. Este libro trasciende la Historia del Ajedrez, para fundirse en la Historia.
Otras dos colecciones reúnen la mayoría de los problemas medievales.
La primera recibe el nombre de “Bonus Socius“, el buen compañero. El primer ejemplar data del siglo XIII y se conserva en la Biblioteca Nazionale Centrale di Firenze. Está escrito en latín, contiene 194 problemas y debe el nombre al misterioso prólogo: “idcirco ego bonus socius sociorum meorum precibus acquiescens” (por lo tanto, soy un buen compañero al adherirme a las oraciones de mis compañeros). A lo largo del siglo XIII y XIV el primer manuscrito fue copiado y traducido a diversas lenguas, conservándose 14 ejemplares de esta Colección en diversos museos de Europa, sobre todo Italia y Francia. Se ha especulado mucho sobre su autor dando algunos historiadores el nombre de Nicolás de Nicolai. La importancia de la colección es evidente ya que es la primera compilación de problemas del juego en Italia.
«Civis Bononiae«, ciudadado de Bolonia. Este es el nombre que recibe la segunda de las grandes colecciones de problemas de ajedrez en la Edad Media. El nombre deriva de uno de los versos del poema que abre la colección: “Ciuis sum Bononie ista qui collegi”. El lenguaje utilizado en todos los manuscritos de la colección es el latín. El primero de ellos, “Tractatus de scacchis, de tabulis et de merellis”, conocido como R, se conserva en la Biblioteca Nazionale Centrale Vittorio Emanuele di Roma. Contiene 288 problemas de ajedrez y está datado en el primer cuarto del siglo XV. En la imagen el poema que abre el manuscrito con la bella capitular que lo inicia.