Scachs d´amor
Con el Manuscrito de Módena, la mayor colección de problemas medievales, podemos ir dando por concluido el Ajedrez tal como lo imaginaron los indios y desarrollaron los jugadores musulmanes y más tarde los europeos.
La aparición de un poema en Valencia (España), en 1475, titulado Scachs d´amor va a suponer una gran revolución en el ajedrez:“Hobra intitulada scachs d’amor feta per don Franci de Castelvi e Narcis Vinyoles e Mossen Fenollar“,
(Ramón Miquel i Planas lo tradujo al castellano y lo fotografió. El original se perdió y las fotografías se conservan en la Biblioteca de Cataluña en Barcelona).
El impulso español al juego y el acierto de los tres poetas al darle nuevos poderes a la Dama y al Alfil, conseguirán que la idea del juego llegue hasta nuestros días. Es el comienzo del Ajedrez de la Dama, el ajedrez alla rabiosa como lo conocerán los italianos, imponiéndose sobre el ajedrez del viejo; el ajedrez que todos conocemos y seguimos jugando más de 500 años después.
El poema está dividido en 64 estrofas y a lo largo de ellas los poetas van narrando los amores de Marte y Venus, junto con la partida, la primera partida de ajedrez con el nuevo movimiento de la Dama y el Alfil. El Alfil mueve a todas las casillas de sus diagonales, y la Dama como Torre y Alfil moderno.
de Castellvi, Franci – Vinyoles, Narcis. Árbitro Mosen Fenollar. 1475
El cambio es fundamental. La Dama, la antigua Regina, el Firzan musulmán o Farzin persa, puede mover en un tablero vacío a 27 casillas como máximo y 21 como mínimo. Comparado con las cuatro casillas y siempre por su mismo color de la antigua pieza, si le añadimos los nuevos poderes de los Alfiles que pasan de mover a 4 casillas a 13 y de llegar como máximo a 8 casillas del tablero a poder hacerlo en la mitad de ellas. El juego adquiere una rapidez hasta ahora desconocida, y poco a poco irán surgiendo los movimientos que nos faltan para completar el puzzle: el enroque, la captura al paso y la coronación múltiple.
Un libro perdido
Según algunos historiadores, con Jose Antonio Garzón a la cabeza, en 1495 se publica en valenciano el que sería el primer incunable de la historia del ajedrez. El libro en cuestión es “Llibre dels jochs partitis dels schachs”de Francesch Vicent, que contendría 100 juegos del nuevo ajedrez. Lo cierto es que el libro nunca se ha encontrado.
Arte de ajedrez. Lucena
Lucena publica en Salamanca en el año 1497 “Repetición de amores y arte de ajedrez”. Este importantísimo incunable, el primero del ajedrez de la dama, se hace eco del movimiento moderno de las piezas, sin olvidar el antiguo, ya que muchos de los problemas que contiene pertenecen a este último ajedrez, llamado ajedrez del viejo.
El libro contiene 150 juegos de partido (problemas) la mayoría de ajedrez de la Dama y analiza 12 reglas, que contienen los primeros análisis de algunas aperturas hoy día muy conocidas: Apertura Italiana, Escandinava, Francesa o Española.
El historiador Joaquín Pérez de Arriaga es el autor del mas completo estudio sobre este libro: “El incunable de Lucena. Primer arte de ajedrez moderno”. Ed. Polifemo.
El Manuscrito de El Escorial
Unos años más tarde de la publicación de Lucena, entre 1500-03, un anónimo compilador nos dejó un Manuscrito con 89 problemas de ajedrez, una veintena de ellos del nuevo juego. El Manuscrito se conserva en la Real Biblioteca del Monasterio de El Escorial. Entre los nuevos problemas de la dama, podemos encontrar el primer análisis de un final de alfiles del mismo color y la posición llamada de Philidor de final de Torre y peón contra Dama, 250 años antes de que lo publicara el maestro francés.
El alfil español
En 1512 se publica “Libro da Imparare a Giocare a Scacchii” de Damiano, que no aporta nada nuevo al avance de la teoría del ajedrez, ya que copia los juegos de Lucena. Sin embargo su difusión será enorme, realizándose 8 ediciones en los siguientes años.
Tendremos que esperar hasta 1561, fecha en la que se publica en Alcalá de Henares el “Libro de la invención liberal y arte del juego del ajedrez” del clérigo extremeño Ruylopez de Sigura.
Con este libro, el clérigo, vencedor en su viaje por Italia sobre los jugadores italianos, fija como definitiva la supremacía del ajedrez de la Dama sobre el juego viejo. Al contrario que en el libro de Lucena ya no hay rastro del antiguo juego y culmina la etapa de introducción del juego que recorrerá primero las Cortes europeas, para pasar a los cafés y lugares de encuentro del ajedrez en los siguientes siglos.
La Apertura Española, con la salida del Alfil sobre el Caballo de dama contrario, lo volvemos a ver en este libro, aunque tratado más ampliamente por lo que recibe también el nombre de Apertura Ruy López y el Alfil de casillas claras será desde entonces conocido como Alfil español.